Jamás te recuerdo, porque nunca te olvido, Y ahora tengo las arterias, llenas de etcéteras, y un corazón espartano, y unas manos, que creen en los milagros. Pero son tan perezosos, son tan i¨n¨puntuales, Y ahora tengo las arterias, llenas de etcéteras, y un corazón espartano, y unas manos, que creen en los milagros. Son tan i¨n¨puntuales, son tan i¨n¨puntuales.